La tartamudez consiste en una falta de fluidez del habla que se manifiesta con repeticiones y atascos. Hay que tener en cuenta la frecuencia con la que se atasca y la intensidad, si el niño hace esfuerzo al hablar, si hace movimientos con la cara y cuerpo asociados a los bloqueos. Tienes que observar si el niño se siente mal, si se frustra y ante qué situaciones y personas se manifiesta el problema. Es conveniente que un logopeda evalúe sus dificultades e indique si necesita o no un tratamiento específico adaptado que le ayude a superarlo.